15/10/2016
Las intervenciones de aumento de glúteos o gluteoplastias de aumento se han incrementado en torno a un 20-30% en los últimos dos años, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
El perfil del demandante de este tipo de intervenciones es mayoritariamente femenino, quedando un mínimo porcentaje de pacientes masculinos que, si recurren a la gluteoplastia, lo hacen, sobre todo, para lograr una masa muscular en la zona proporcional a la del resto del cuerpo, que trabajan en gimnasios e instalaciones similares.
Según el Dr. Jesús Benito, vicepresidente de Cirugía Estética de la SECPRE, “el motivo de este auge de las gluteoplastias de aumento es fundamentalmente mediático, por la innegable influencia social de celebridades como Kim Kardashian o Beyoncé. Influye también la interacción creciente, vía redes sociales, entre pacientes españolas y de América Latina, donde el canon estético ha tendido habitualmente hacia glúteos de mayor tamaño que en Europa”.
“En cualquier caso -comenta el Dr. Benito-, la inmensa mayoría de las personas interesadas en esta intervención no busca conseguir glúteos muy grandes, sino que, como ocurre en todas las intervenciones que implican una remodelación del contorno corporal, se dejan asesorar por el cirujano plástico para que el tamaño mantenga la proporcionalidad adecuada con el resto del cuerpo”.
Implantes e infiltraciones de grasa
En la gluteoplastia de aumento, son dos los procedimientos más empleados: la implantación de prótesis y la infiltración de grasa de la propia paciente o “grasa autóloga”, aunque también existe la posibilidad de combinar ambas técnicas, aunando la proyección y empuje que da el implante con el volumen y superficie que proporciona la grasa.
Respecto a la implantación de prótesis, en función del volumen que se pretenda alcanzar, se optará o bien por implantar la prótesis por encima del músculo subcutáneo, que permite obtener más volumen, o bien por su colocación debajo del mismo. “Corresponde, no obstante, al cirujano plástico valorar entre las dos opciones teniendo en cuenta que la literatura científica actual aboga más por la segunda, ya que -explica el Dr Benito- el implante queda fijado en su espacio, minimizándose la posibilidad de que se desplace”.
La infiltración de grasa autóloga consiste en realizar primero una liposucción para efectuar luego una transferencia de la grasa obtenida con ella al tejido subcutáneo del glúteo. La ventaja de esta técnica es que el efecto logrado con la infiltración de grasa en el glúteo, sumado al de la liposucción previa, potencia la forma deseada de la nalga.
Recomendaciones
La intervención de aumento de glúteos no presenta grandes riesgos de complicaciones, aunque la literatura científica cita el posible desplazamiento del implante. Para minimizarlo, la SECPRE recomienda que toda persona interesada en someterse a una gluteoplastia de aumento consulte a un profesional con la titulación oficial de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
El Dr. Jesús Benito advierte de “la necesidad de evitar a toda costa la infiltración de silicona líquida en los glúteos, dado que se trata de un producto no aceptado por la comunidad médica ni por ninguna asociación de Cirugía Plástica, cuyo uso puede entrañar un riesgo grave para la salud del paciente”.